En la parada porteña de su Latin Funk Tour, Dante Spinetta colmó un Teatro Coliseo e hizo bailar durante dos horas a un público que apenas pudo durar un tema sentados en sus butacas; para presentar su más reciente disco “Mesa Dulce”.

Desde su ingreso al escenario Dante evocó a Prince tanto en el color púrpura del uniforme de su banda, como en su estética y presencia como frontman, cantante y guitarrista. Y también se calzó el traje de padrino del hip hop argentino, género del que es uno de sus grandes precursores desde los años ’90 con Illya Kuriaki and the Valderramas.

Así, dio su bendición a la nueva generación de raperos locales subiendo al escenario a dos de sus principales exponentes, Trueno y Catriel (para cantar en “Gambito”).

Con énfasis en su carrera solista (desde “El Apagón” de 2002 hasta la actualidad), también le dio el gusto a sus fans de la primera hora con algunos temas de IKV (“Jugo”, “Latín Geisha” y “Funky futurista” y “Coolo”) , acompañado por una sólida propuesta instrumental que nunca perdió el groove en toda la noche.

Otro de los momentos sobresalientes fue la participación de su hija Vida para el acompañamiento vocal en “Olvídalo” (2002), que en la versión original cumplía Julieta Venegas.

El “Funky Latin Nation Tour” tendrá su cierre nuevamente en Buenos Aires, el 14 de diciembre en el Gran Rex, el “vecino de enfrente” al Ópera, según palabras del propio Dante.


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