El legendario cantante croata Željko Bebek está celebrando sus 50 años de carrera con una gira por los Balcanes, en la cual repasa los éxitos tanto de su extensa trayectoria solista como al frente de Bijelo Dugme, la banda insignia del rock yugoslavo en la que se destacó junto a Goran Bregović en las décadas del ‘70 y ’80.
Con pergaminos suficientes como para ser considerado la voz más importante de la historia en el rock en idiomas eslavos, a Bebek sus 78 años lo encuentran cercano a su familia y su público. Rodeado de juventud en una banda en la cual su hijo Zvone lidera desde la guitarra, y con su esposa Ruzica en el management, el eterno rockero nos recibió en la antesala de su concierto en la ciudad balnearia Biograd Na Moru, como parte de su tour de verano.
Con una sencillez y calidez humana que contrastan con su estatus de estrella de rock, él mismo atiende el teléfono en la habitación del hotel y en pocos minutos baja al lobby -pegado al paradisíaco mar Adriático croata-, para una entrevista exclusiva con Photosniper en la que repasó medio siglo de historia musical, incluyendo duras críticas a su ex compañero Bregović y anécdotas sobre el mítico líder yugoslavo Josip Broz Tito.
El inevitable dilema lingüístico que acompañó la carrera de Bebek desde sus años de mayor éxito con Bijelo Dugme se hace presente de nuevo al momento de comenzar la charla. ¿Hablamos en inglés o en croata? Al igual que con sus canciones, Željko prefiere expresarse en su lengua materna, lo cual obliga a pedir disculpas por anticipado por algunos errores en la gramática o vocabulario de quien pregunta.
“No es molestia, vamos a hacer el mejor esfuerzo para entendernos”, tranquiliza.
– ¿Cuál fue su mayor logro en estos 50 años de carrera?
– Mantenerme vigente durante 50 años, ese es el mejor logro de mi carrera. Porque todos estos años demuestran el éxito de las canciones, los conciertos, las giras. Por eso sigo, ahora es mi mejor momento.
-¿Hay algo que todavía le quede por hacer luego de cinco décadas en la música?
– Estoy muy acostumbrado a trabajar y estuve en la música toda mi vida, desde la infancia. Tocaba la mandolina, la armónica, cantaba; después aprendí a tocar la guitarra, todo empezó como diversión, conseguir algo de dinero, pasar el tiempo con gente… y las chicas. En la juventud las chicas eran lo más importante. Mi carrera empezó algo más tarde, cuando tenía 25 años.
-Ahí se lo empezó a tomar más profesionalmente.
-Todo lo que hacía era con el objetivo de ser cada vez mejor. Para tener la mejor producción grababa en Londres y Nueva York en los principios de mi carrera. Después, en Yugoslavia y en Croacia empezó a haber buenos estudios. Ahora tengo el mío propio y es mucho más simple hacer lo que antes se pagaba muy caro. Lo más importante siempre fue hacer una buena canción y un buen concierto. En los últimos diez años yo tengo la mejor y la más hermosa producción y por eso hago muchos conciertos por todo el mundo; más o menos de 60 a 80 recitales por año en Croacia, Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia.
-¿Como es cantar en países donde la gente no entiende croata?
-Cuando pienso en los comienzos del rock and roll en Croacia y la ex Yugoslavia, yo era muy joven y en la escuela aprendía francés. Así que no tenía ni idea de lo que cantaban los Beatles o los Rolling Stones.
-Lo mismo que le puede pasar a su público en otros países.
-Poco a poco aprendimos el idioma para poder entender la letra, pero en realidad era el color de la voz de nuestros ídolos y modelos a seguir -Mick Jagger, John Lennon, Paul McCartney, Joe Cocker y otros- lo que me permitía imaginar qué podría haber en sus pensamientos. Y en realidad tampoco me importaba tanto sobre qué cantaban. Pero si su color de voz junto a la guitarra, la batería, los teclados hacían una linda armonía, no me preocupaba si no entendía la letra. Lo mismo opino que sucede, por ejemplo, con los turistas que en el verano vienen a mis conciertos, desde Alemania, Inglaterra, República Checa…
– Como va a suceder esta noche…
-Creo que a ellos tampoco les importa tanto sobre qué estoy cantando. Estoy seguro que todos saben que casi siempre se canta sobre amor y en ese caso no necesitas saber cada palabra, está claro que estás hablando de algo lindo y del amor y por eso tengo muchos admiradores en Europa que no hablan croata; y es muy difícil que solo por Bebek vayan a aprenderlo. Pero yo comunico mucho, hago muchas relaciones públicas con los turistas en Croacia desde Istria hasta Dubrovnik y estoy seguro que los extranjeros que me ven en el verano (canto mucho en verano) compran mi disco, escuchan mi música en el auto, la llevan a casa. Y cuando vuelven al siguiente año buscan mis conciertos para sacarse una foto conmigo, para pedirme un autógrafo. Yo lo disfruto mucho, quizás por eso ahora es el mejor momento de mi carrera, porque llegué a tener excelentes conciertos y un público al que le gusta escuchar mi música…así va a ser hoy en Biograd.
-¿Alguna vez consideró cantar en inglés para ampliar su público?
–En el pasado hubo un período en el que lo estuve considerando, me ilusionaba dar un paso hacia occidente cantando en inglés. Pero es un problema cantar en inglés cuando eso no es tu lengua materna y no sabes hablarlo bien. Porque voy haciendo el ridículo frente a personas que sí lo hablan y entienden. Por eso prefiero cantar en croata y si a alguien le interesa, en Youtube puede hacer la traducción para entender lo que estoy diciendo. Tengo una canción grabada en inglés hace 50 años, en los principios de mi carrera con Bijelo Dugme, que en nuestro segundo disco tenía el título “Sta bi dao da si na mom mjestu” (Que darías para estar en mi lugar), que en inglés se llamó “Playing the part“. La grabé en el Kore Studio de Londres junto al excelente productor Neil Harrison, que llamó a su amigo Dave Townsend para que escribiera la letra. Y la canté y todos dijeron que era maravillosa, que no se notaba para nada que yo no era inglés… fue muy bueno, me gustó, pero a pesar de todo mi producción está hecha exclusivamente para el mercado interno. Mi público aquí es suficiente, vendo bastantes discos, estoy viviendo bien económicamente. El intento de ampliarme hacia occidente podría ser bueno, pero también malo…y si sale mal gasté tiempo, dinero, y si no resultara exitoso tendría que volver a casa con una pequeña derrota.
-Hace unos años la música balcánica estuvo bastante de moda en occidente, pero todavía se sigue conociendo apenas a Goran Bregović y Emir Kusturica; y muy pocos saben quién es Bebek.
-Yo no soy un típico representante de la mentalidad ni de la música balcánica. Me gusta el rock and roll, que tiene su base en el movimiento juvenil más grande a nivel mundial. Aunque yo nací y viví en Yugoslavia, me consideraba parte del mundo en el sentido de promover este movimiento juvenil, uno de los fenómenos culturales más grandes del planeta. Yo no me relaciono con los Balcanes, mi mentalidad tampoco es balcánica. Yo vivo con placer el cosmopolitismo. Puedo escuchar todo eso, pero no me siento parte de lo mismo. Por eso, a pesar de que Kusturica y Bregović hicieron su entrada en occidente, no creo que eso los haga más felices. Vendieron un producto doméstico que quizás les dio alguna ganancia económica, pero eso no me gustaba. Ni las películas de Kusturica, ni las canciones de Bregović. Su mejor trabajo fue con la banda Bijelo Dugme, en la que yo fui el jefe. Hacíamos música europea y mundial: rock and roll.
No me gustan ni las películas de Kusturica, ni las canciones de Bregović. Su mejor trabajo fue con la banda Bijelo Dugme, en la cual yo fui el jefe.
-¿Cual es su relación con Goran actualmente?
-No hay una relación, no hay compresión entre nosotros porque miramos el mundo de manera diferente y no tenemos tiempo para juntarnos y tomar un café. Tampoco interés, en realidad no tenemos comunicación. La tuvimos en un período de dos meses por intermedio de nuestros managers porque Goran quería hacer una gira de conciertos dedicada a todos los años que trabajamos juntos, pero yo le dije que no lo puedo hacer porque en mis 50 años cada década tiene una producción especial. Tengo 30 álbumes grabados, tengo 300 canciones que son populares y no puedo actuar ahora con Bijelo Dugme cuando hay cinco, seis, diez canciones de la época en la que estaba con el grupo. No puedo hacer un concierto con diez canciones y decirle al público que no voy a cantar las otras. Por eso le dije “toma tu camino, te deseo suerte, yo voy por el mío”.
-Entonces no hay posibilidad de otra reunión de Bijelo Dugme como la que hubo en 2005.
-Nos reunimos en 2005 y nos pusimos de acuerdo en que esa iba a ser la última vez y nunca más. Celebramos el 20º aniversario con tres conciertos en Sarajevo, Zagreb y Belgrado, con un público de 500.000 personas, y una excelente producción de video y audio para DVD. Dejamos un hermoso recuerdo y nos pusimos de acuerdo en que no íbamos a juntarnos de nuevo. No hicimos nada para los 30 ni los 40 años de Bijelo Dugme, y ahora parece que podríamos hacerlo para los 50 años. Pero ellos son demasiado mayores, ya no escuchan bien…y yo soy otra cosa, siempre fui otra cosa. Siempre tuve la mayor cantidad de energía y ahora en mis conciertos tocan chicos jóvenes, en guitarra está mi hijo de 21 años. Pienso que ahora estoy haciendo los mejores conciertos de mi carrera y por eso le deseo suerte a Bijelo Dugme y a Goran, que la pasen lindo, que ganen dinero, pero yo ya estoy afuera de eso, ahora soy exclusivamente Željko Bebek.
-Por suerte para los fanáticos de Bijelo Dugme, todavía se pueden escuchar los clásicos en sus conciertos. ¿Cuáles son sus canciones preferidas de esa época?
-De aquella época hay siete u ocho canciones que regularmente canto. Del álbum “Bitanga i princeza” que ahora se cumplen 45 años de su publicación, “Ipak poželim neko pismo”, “Ako možeš zaboravi”. Del los otros discos canto “Tako ti je mala moja kadljubi Bosanac“ y “Ne spavaj mala moja muzika dok svira”.
-Leí en un artículo que a Tito no le gustaba la canción “Tako ti je mala moja kadljubi Bosanac “
-Pues no sé que no le gustaba… Bosanac no es una nacionalidad, Bosanac es un nombre chistoso para la mentalidad de la gente que nació en Bosnia. Gente alegre, con buen sentido del humor, que se enamora fácilmente, que le gusta la rakija y el café. En esta canción se canta de manera muy positiva sobre ellos, y les gusta a todos los que en algún momento vivieron en la ex Yugoslavia. A todas las nacionalidades les gusta esta canción, aunque sea dedicada al hombre que nació en Bosnia y Herzegovina.
-¿Sólo por eso fue el problema?
-Hicimos unas presentaciones con Bijelo Dugme en el Teatro Nacional de Croacia por las fiestas de año nuevo entre 1975 y 1976, y nuestros managers de esa época pensaban que cantar para Tito era tremendo, perfecto. Los managers estaban encantados con el socialismo, y con algunas cosas raras de esta organización social, estatal, y entonces subimos al escenario con nuestros equipos, con todo el sonido que usábamos en nuestros conciertos. Obvio que era demasiado volumen para ese lugar, y tampoco estábamos vestidos adecuadamente; porque ahí estaba el presidente y todos vestían traje y corbata, mientras que nosotros coloridos como loros. Yo creo que para él lo peor fue el volumen demasiado alto, por eso escuchó solo dos canciones, encendió su cigarro cubano y se fue con sus compañeros donde tocaban los violines, los gitanos o los músicos clásicos.
Yo no soy parte de la cultura balcánica ni yugoslava, soy de la generación del rock and roll, yo veo mi vida desde la perspectiva del cosmopolitismo.
-¿A Tito no le gustaba rock and roll?
-No diría que no le gustaba, porque él usaba una frase, “a Tito le gusta todo lo que les gusta a los jóvenes” – que era una alusión al rock and roll y al sexo. Pero a nosotros no nos interesaba eso, a nuestros managers sí. Después de aquella actuación del 31 del diciembre, nunca más tuve la oportunidad de actuar para Tito, ni tampoco se le volvió a ocurrir a nadie. Como ya dije antes, yo no soy parte de la cultura balcánica ni yugoslava, soy de la generación del rock and roll, yo veo mi vida desde la perspectiva de una libertad completa, esa libertad no me relaciona ni obliga a nada, puedo consumir algunas cosas lindas de esta sociedad, literatura, poesía, pero no puedo estar influenciado. Yo simplemente veo al mundo como la humanidad, y como estudiante (yo me recibí en Derecho), me sentía parte del mundo y no quería obligarme a nada. De la misma manera no voy siempre al mismo bar o restaurante; me gusta visitar varios lugares y viajar por todos lados, estar en compañía de jóvenes y mayores, hombres y mujeres de todos los colores, de todos los idiomas. Así siento que vivo y disfruto mi libertad; probablemente sea ese mismo camino el que me ayudó a durar 50 años en los escenarios.

-¿Que hay en el futuro de Bebek?
-En los últimos cinco años mi hijo se convirtió en el líder de mi banda. Él nació en 2003, dos años antes de mi último concierto con Bijelo Dugme. Después mostró interés por la guitarra, los teclados, le gustaba cantar. De a poco, a la edad de 12, se inscribió a la academia del rock and roll en Zagreb, se recibió a los 16 años y ahí lo sumé a mi banda. A él le gusta componer, así que hace dos años cambiamos las cosas, ya no hacemos canciones de otros autores, Zvone y yo componemos juntos y ya tenemos dos singles, ahora preparamos un tercero, cuarto y uno para Navidad. El año que viene cumplo 80 años (el 16 de diciembre) y para esa ocasión voy a publicar un disco de diez canciones, y claro que voy a empezar una nueva gira, mi tour es permanente. Como ahora la promoción es por los 50 años de carrera, el 2025 estará dedicado a mis 80 años de vida y continuaremos hasta que yo tenga fuerza, hasta que escuche -y todavía escucho bien- y la salud me permita estar presente físicamente. Me vas a ver esta noche en el concierto, te vas a dar cuenta que no parezco de 78 años. Tengo un equipo excelente y joven, de músicos y showmen; y el mejor entre ellos es Zvone y eso es la base de mi amor para la música, el amor aún más grande y profundo con el cual planeo los próximos años junto con mi hijo.
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