Los dioses del metal liderados por Rob Halford hicieron honor a su estatus y salvaron la noche en el festival Masters of Rock que tuvo lugar este sábado en Tecnópolis.

Cuando todavía duraba la euforia del cierre de Europe con el himno universal “The Final Countdown” y el público se preparaba para Judas Priest, una demora inusual para la puntualidad con la que transcurrió toda la jornada y un aviso por altoparlantes cayó como baldazo de agua fría. Scorpions, banda encargada de cerrar la noche, no se iba a presentar por enfermedad de su cantante Klaus Meine, de 76 años, hospitalizado por un cuadro agudo de laringitis según la información oficial.

La decepción generalizada pronto se transformó en euforia para los fans de la leyenda británica al anunciarse acto seguido que Judas Priest había aceptado alargar su actuación para compensar la ausencia de sus colegas alemanes.

Calentaron motores, y para cuando ya sonaba en el cuarto tema de la lista su icónica “Breaking the Law”, se habían adueñado de la noche.

Y así se extendieron hasta los primeros catorce temas, cerrando el primer set con la arrasadora “Painkiller” y un bonus de cuatro canciones más hasta “Living After Midnight”. De allí en adelante, la misión de cumplir con la promesa de salvar la noche con un set extendido que sumó más de 20 temas en dos horas.

Entre progresivos y nórdicos

La jornada había ido levantando voltaje con dosis parejas de metal clásico, progresivo, bandas norteamericanas y suecas.

Europe fue el otro gran plato fuerte de la noche, sobre todo gracias a los éxitos de su disco debut, como “Rock the Night”, “Carrie”, “Cherokee”; y por supuesto la ya mencionada “The Final Countdown”, que además tuvo como invitado para el solo de guitarra al compatriota Fredrik Akesson de Opeth.

Fueron precisamente los suecos los que abrieron la programación internacional del festival, bien temprano y cuando el sol pegaba fuerte sobre el par de escenarios montados uno al lado del otro.

Con Mikael Akerfeldt al frente, Opeth demostró una enorme versatilidad y talento para abarcar dentro de su propuesta progresiva una gran variedad de estilos, muchísimo talento y una ácida dosis de sarcasmo y humor.

La parte media de la grilla fue para dos bandas norteamericanas: el metal clásico de Savatage regaló una impresionante performance en escena de su vocalista Zachary Stevens, mientras que Queensrÿche retomó las consignas progresivas en las que descolló su dupla de guitarras (Michael Wilton y Mike Stone) y gran el talento vocal de Todd La Torre.

Scorpions promete volver

Quedó pendiente Scorpions para sus fans, con la esperanza de que Klaus Maine se recupere y tenerlos de visita en un futuro cercano.

“La banda les manda unas enormes disculpas a nuestros amados fans en Argentina”, publicaron los alemanes en sus redes sociales. “Estamos extremadamente decepcionados por no haber podido tocar, y haremos nuestro mayor esfuerzo para volver a Argentina en el futuro”.


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