Steph Curry se convirtió en el máximo anotador de triples en la historia de la NBA, confirmando así lo que previo al récord era unánimemente aceptado en el mundo del básquet: el base de Golden State Warriors es el mejor tirador de todos los tiempos.
Curry alcanzó anoche los 2.977 triples en su carrera anotando sus dos primeros intentos en el partido que su equipo le ganó por 115 a 96 como visitante a New York Knicks en el Madison Square Garden. Terminó el partido superando por cuatro a quien ostentaba ese récord, el ya retirado Ray Allen, quien bajó desde el palco de prensa donde estaba comentando el partido para abrazarlo y felicitarlo.
Para dimensionar la diferencia a favor de Curry en cuanto a efectividad, vale recordar que Allen logró esa marca al cabo de 1.300 partidos, mientras que el base de los Warriors la superó en 789.
Curry había quedado a dos triples de alcanzar esta plusmarca en la noche del lunes, cuando como este martes también convirtió cinco triples para la victoria por 102 a 100 en la visita a Indiana Pacers, la «casa» donde luciera su admirado Reggie Miller (56 años, se retiró en 2005 y es el tercer triplero de la historia con 2.560).
Además de la cantidad y efectividad, Curry se diferencia del resto de los grandes tiradores de la historia del básquet por su arsenal y rango ilimitado para poder convertir de 3 puntos. No hay tiro que no pueda tomar (saliendo de su propio dribble, de cortinas, en movimiento o a pie firme esperando en una esquina), desde prácticamente cualquier parte de la mitad de la cancha en adelante.
Su estilo de juego y efectividad en el tiro de 3 (un altísimo 43% en toda su carrera) ha marcado el inicio de una revolución en el básquet moderno, orientado a jugadores más bajos y rápidos, siendo los tiradores de larga distancia los grandes protagonistas de esta nueva era.
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