Estados Unidos es incapaz de cambiar la política soberana de Rusia pese a todo su poderío económico, afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en una entrevista publicada hoy por el semanario ruso «Argumentty i Fakti».
«Aunque es la economía más grande del mundo, Estados Unidos no tiene instrumentos que puedan obligar a Rusia a renunciar a su política soberana», enfatizó Peskov.
Agregó que «ni siquiera empleando un arsenal de todo tipo de restricciones posibles los estadounidenses han conseguido ese objetivo».
«Las sanciones a Rusia no han cambiado nada», añadió el portavoz de la Presidencia, quien calificó de «conspirología que nada tiene que ver con la realidad» las versiones que circulan en Estados Unidos acerca de la existencia de un pacto bajo cuerda entre los presidentes Donald Trump y Vladímir Putin, y de que pronto serán levantadas las sanciones a Rusia.
«Estados Unidos se encuentra en una situación nueva: la sociedad y el Gobierno están divididos, y resultado de ello son las complejas condiciones en las que tiene que trabajar Trump», apuntó Peskov, quien recalcó que las sanciones «no son un juego».
Peskov indicó asimismo que el nuevo agravamiento de las relaciones entre Rusia y Ucrania obedece a la campaña para la reelección del presidente ucraniano, Petró Poroshenko, que está por detrás de la ex primera ministra Yulia Timoshenko en los sondeos de intención de voto para los comicios de marzo próximo, reprodujo la agencia de noticias EFE.
«Para ello Poroshenko necesita urdir distintas estratagemas, como la provocación en el estrecho de Kerch», indicó en alusión al incidente naval en noviembre del año pasado que culminó con el apresamiento de tres buques ucranianos y sus 24 tripulantes.
El portavoz se mostró pesimista sobre la perspectiva de un arreglo del conflicto en el este de Ucrania.
En su opinión, el desarrollo de la situación en el este de Ucrania «depende de Kiev, ya que si allí detenta el poder el partido de la guerra no habrá posibilidades de poner fin al conflicto».
Texto: Télam