El acuerdo migratorio mundial promovido por la ONU sumó un nuevo rechazo hoy, cuando el Parlamento eslovaco solicitó al gobierno de su país que no suscriba el pacto que debe ser ratificado el mes que viene en una conferencia internacional.
Con el voto de 90 de los 142 diputados presentes, el Congreso rechazó la iniciativa al considerar que vulnera la soberanía del país en materia de migración y deja una línea difusa entre migración legal e ilegal.
El gobierno de coalición, formado por socialdemócratas, nacionalistas y el partido de la minoría húngara, debe decidir aún si ratifica o no el acuerdo, aunque las dos primeras formaciones ya se han mostrado contrarias a hacerlo.
El primer ministro Peter Pellegrini ya había anunciado el domingo su negativa a que el pacto migratorio se aplique en Eslovaquia por entender que «la migración económica es ilegal, dañina y un riesgo de seguridad».
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Miroslav Lajcak, que presidió hasta septiembre la Asamblea General de la ONU, amenazó con dimitir si su país no participa en la cumbre de Marruecos de los días 10 y 11 de diciembre en la que se aprobará el documento.
El Pacto Mundial para la Migración de la ONU fue acordado en julio pasado por todos los Estados miembros, con la única excepción de Estados Unidos, que se desmarcó del proceso a finales de 2017.
Sin embargo, a partir de la aprobación del acuerdo Hungría, Austria, Australia, Bulgaria, Israel, Polonia, República Checa, Suiza e Italia confirmaron que no lo firmarán o anunciaron su intención de no hacerlo.
Texto: Télam