Las autoridades de la ciudad italiana de Venecia impondrán una tarifa de entrada para frenar la afluencia de visitantes, que desde hace décadas colapsan la capacidad de tránsito de la renacentista ciudad de los canales.
La medida pretende promover un equilibrio entre el número de turistas que llegan a la ciudad y el número de personas que viven en ella. La tarifa entrará en vigor el 6 de enero de 2023 y costará 10 euros.
Hace años que Venecia viene reduciendo la cantidad de cruceros que ingresan a sus canales, para poder minimizar el terrible impacto ambiental que generan. Por su ubicación estratégica, facilidad para acceder y recorrerla e infinidad de atractivos en un área muy pequeña, la capital de la región de Véneto fue históricamente un paseo ideal para el turismo golondrina que satura la capacidad de recepción.
Pero la afluencia incesante de turistas y su enorme impacto urbanístico llegó a poner en peligro el estatus de Patrimonio de la Humanidad de UNESCO. En la pasada Pascua, entre 120 y 150 mil turistas por día invadieron la ciudad, que tiene apenas 50.000 residentes permanentes.
De esta manera, se convertirá en la primera ciudad del mundo que requiere reserva y pago de una tarifa pasar de visita.