La legendaria agrupación eslovena Laibach anunció hoy el show que llevarán a cabo el 31 de marzo en el Bel Etage Music Hall de Kiev. El concierto especial llevará el nombre de «Eurovision», como una de sus emblemáticas canciones del disco Spectre (2013). Según el comunicado de la banda, esa canción hoy le pertenece a Ucrania, «donde la única y real visión de Europa está teniendo lugar en este momento».
Además de su amplio repertorio, producto de cuatro décadas de trayectoria, los originarios de Trbovlje adelantarán canciones de «The Engine of Survival», un nuevo set de temas previsto para este año.
Con su estilo marcial y facilidad para convertir todo lo que tocan en un himno, Laibach usualmente es comparable a una banda militar creada para mantener en alto la moral de las tropas. «Con este concierto en Kiev, Laibach apoya a Ucrania y a los ucranianos en su lucha en contra de la agresión rusa, y de todo tipo», comunicaron.
A lo largo de su carrera, que comenzó en la Yugoslavia de los ’80, los eslovenos dieron forma a una fórmula única que nació siendo pioneros de la música industrial (desde el tecno al rock pesado, pasando por vanguardias atonales y música clásica contemporánea). También se destacaron por sus covers en clave totalitaria de éxitos comerciales de pop y rock, versiones desviadas de himnos nacionales.
Irónicamente presentados como «Rammstein para adultos», Laibach es el único conjunto que puede tomarse en serio en cuanto una verdadera propuesta de arte político, que trasciende lo musical. Con la amiguedad estética como principal arma, han sabido contrabandear imaginaría nazi en mensajes comunistas y viceversa, lo que les valió ser prohibodos a ambos lados de la cortina de hierro durante la Guerra Fría.
Como parte fundamental del colectivo NSK (Neue Slowenische Kunst- Nuevo Arte Esloveno), Laibach ha sido objeto de numerosas muestras de arte (incluyendo la galería Tate Modern de Londres), y hasta seminarios universitarios dedicados a su estudio.
En 2016 fueron el primer grupo occidental en presentarse en Corea del Norte, y el año pasado presentaron su ópera «Alamut», un acercamiento a la cultura persa e iraní.
Lo recaudado en el concierto será donado a caridad y ayuda a las víctimas de la guerra.